La salud no es sólo un estado físico, sino también de salud mental. Nuestra buena salud dependerá de las ganas y el empeño que le pongamos, pues si tenemos ganas y fe en que tendremos una buena salud, gozaremos de una salud excelente.
En primer lugar, hay que saber cuidarse: comer sano, hacer ejercicio diario, protegerse de factores como el sol o el clima, etc.
Para llevar una alimentación sana no es necesario comer poco o comer sólo comida integral y aburrida, sino simplemente comer lo que el cuerpo nos pide, lo justo y necesario para saciar nuestro apetito, que contenga todos los nutrientes necesarios para estar sanos y fuertes, además de poder mantenernos en forma y en un correcto estado físico para poder practicar deporte correctamente.
No es necesario hacer deporte de riesgo para mantenerse en forma, basta con dar caminatas diarias (de treinta minutos a una hora), hacer algo de bicicleta o correr un poco por las mañanas. Opta por andar o ir en bici en vez de coger el autobús o el coche para ir a trabajar. Podrás apuntarte a un gimnasio o a una piscina, donde puedas practicar un poco de ejercicio diario sin necesidad de perder mucho tiempo, pues basta con una hora al día o tres o cuatro horas a la semana para mantenerse en forma. Elimina de tus hábitos el fumar o el beber constantemente, al tiempo irás notando que tu forma física mejorará bastante.
El truco está por tanto, en no mantener una vida sedentaria, sino comer lo necesario y sano, sin necesidad de privarnos de mucho, basta con no abusar de las grasas y los azúcares, y movernos de vez en cuando, así conseguiremos mantener la forma, sin necesidad de mucho sacrificio, además de poder tener una esperanza de vida mucho mayor.