A pesar de que siempre debemos de estar conscientes de que al realizar cualquier esfuerzo físico nos puede traer como consecuencia, no solo un efecto positivo al ejercitar esa parte del cuerpo sino también un efecto negativo como una lesión, es necesario saber cuáles son las lesiones que el ser humano puede sufrir de manera cotidiana.
La lesión en los huesos. Aunque pensamos que los huesos son fuertes, en realidad contienen miles de canales microscópicos a través de los cuales pasan los vasos sanguíneos y los nervios. Son largos y huecos en las piernas y brazos porque contienen la médula ósea, componente en la fabricación de las células de la sangre.
La lesión en los ligamentos. Son los cables que mantienen juntas las articulaciones y para hacer su trabajo deben de tener una buena elasticidad, el suficiente para mantener la estabilidad articular, pero cuando se rebasa ese punto se rompen. Si un ligamento está roto no puede curarse de ninguna manera.
La lesión en los músculos. Durante el ejercicio, las fibras musculares se estiran y pueden sufrir roturas microscópicas. Estas roturas después de un ejercicio intenso son la razón de diversos dolores musculares. Cuando las fibras son más severamente estiradas o desgarradas se le llama tirón.
La lesión en los tendones. Están insertados tanto al hueso como al músculo, además de ser muy resistentes al igual que los músculos, los tendones pueden sufrir sobreestiramientos y desgarres y pueden verse afectados por el ejercicio excesivo o por el uso indebido.
La lesión en la piel. La piel es el órgano más grande, pudiendo cubrir hasta 8 m2 de superficie. Debido a que te resguarda del medio ambiente son frecuentes los daños que puede recibir. Desde un corte, una perforación o una herida, debes de actuar rápido. También se les llama lesiones a las ampollas y pies de atleta, por los malos hábitos de higiene.