Los bebés prematuros siempre son una gran preocupación para la mamá , dado que son mucho más delicados y requieren de muchos más cuidados que un bebé que nació en sus 37 o 42 semanas correspondientes. Cuando estamos hablando de un bebé prematuro, estamos hablando de un bebé que nació antes de sus 37 semanas de embarazo, lo que quiere decir que aún no estaba formado de la forma correcta.
Los bebés prematuros y sus órganos
Las últimas semanas del embarazo, son cruciales para que el bebé pueda permanecer fuera del útero materno sin problemas, lo que quiere decir que dependiendo del tiempo que lleve de gestción, el bebé resistirá o no el hecho de ser prematuro.
Aunque un bebé crece durante todo el tiempo dentro del útero de su madre, son las últimas semanas de embarazo cuando el feto experimenta un crecimiento mayor y donde sus órganos crecen de forma mucho más rápida, por eso, que un bebé sea prematuro no es algo bueno, ya que nos indica que no está desarrollado del todo.
La tasa de los bebés que nacen prematuros es de un 10%.
Algo normal de los bebés prematuros, es que desde que nacen vayan a la incubadora. Una de las razones principales de esto es que los bebés prematuros no pueden respirar el aire que existe en el ambiente porque sus pulmones no se han desarrollado aún de la forma correcta. En la incubadora, los bebés reciben el aire que necesitan, además de estar aislados del exterior para que nada pueda afectarlos.
La importancia de la incubadora
Dentro de la incubadora, el bebé se mantendrá a 30 grados. Podemos comparar la incubadora con un útero , ya que cumple la misma función, proteger al bebé hasta que pueda valerse por si mismo.
Los padres deben estar en todo momento con su bebé, es básico que el pequeño sienta la presencia de ambos padres cuando es prematuro, ya que no pueden llevárselo a casa al principio, lo que hace que tenga que estar en el hospital.