En la siguiente entrada hablaremos acerca de la alimentación en la mujer embarazada. En esta etapa de la vida las mujeres pueden sentir ciertas molestias y síntomas muy comunes, sin que lleguen a ser una afección específica. Algunas de estas molestias son las nauseas, acidez, vómitos, estreñimiento, en el caso de llevar una alimentación adecuada los síntomas pueden disminuir, en muchos casos evitando el uso de medicamentos.
Las nauseas y los vómitos
La mayoría de las embarazadas presentan nauseas, casi el 90 por ciento de ellas. Y el 60 por ciento además vomitan. Estos síntomas se presentan a los pocos días del retraso menstrual y en algunos casos se mantienen hasta el final de la gestación.
Tanto los vómitos como las nauseas se generan en la mayoría de los casos por las mañanas cuando se está en ayunas, pero también pueden pasar a cualquier hora del día, especialmente si se siente cansancio o hambre, también pueden darse ante la presencia de algún olor de ciertos alimentos o perfumes.
El origen de la misma se vincula al incremento en sangre de algunas hormonas, en concreto, de la gonadotropina coriónica y de los estrógenos. En el caso de que la mujer embarazada tenga vómitos y nauseas intensos pueden aparecer cuadros de deshidratación, algunos trastornos metabólicos y pérdida de peso. Es muy importante que en estos casos el médico examine que el embarazo se desarrolla con normalidad.
Sabemos que las nauseas y los vómitos cuando son moderados pueden ser molestos, pero no generan ningún tipo de riesgo para la madre y para el bebé.
Un punto clave en la alimentación de las mujeres embarazadas es la correcta reposición de líquidos y electrolíticos adecuada a las pérdidas provocadas por los vómitos, con cantidades adecuadas de cloruro, sodio, bicarbonato, agua y glucosa, que será administrada hasta que se hayan podido controlar a los vómitos.
Es importante que la mujer embarazada tome algo antes de levantarse, esto genera que se inicie los procesos de digestión que reducirá el exceso de acidez en el estómago y también se disminuirán las nauseas. Aconsejamos tener en la mesita de noche unos cereales de desayuno o unas galletitas, tengamos en cuenta que los alimentos pastosos o secos se pueden tolerar mejor.
Tomar un desayuno ligero por las mañanas, cuando las nauseas hayan disminuido. Evitar beber agua o zumos ácidos cuando se está en ayunas.
Otra buena medida es evitar tomar bebidas o sopas con las comidas, pero si tomar una buena cantidad de líquido entre las comidas, especialmente si se tienen vómitos. Los zumos tienen la ventaja de ser fáciles de digerir y se suministrarán algunos hidratos de carbono que se necesitan cuando existe la dificultad de retener líquidos. Los líquidos fríos se llegan a tolerar mejor. En el caso de beber bebidas gaseosas esperar siempre a que se disipen de todas las burbujas.
Realizar comidas que resulten ligeras, frecuentes y de tamaño pequeño. Si se toman cada dos o tres horas se evitará la sobrecarga del estómago mejorando notablemente las molestias estomacales o digestivas.
En un siguiente artículo seguiremos contándote los consejos que puedes tener en cuenta para tener una buena alimentación si estás embarazada.




