Durante el embarazo pueden surgir complicaciones en la salud de la futura mamá que requieran una intervención quirúrgica impostergable. La mayor parte de las veces se debe a problemas abdominales como la apendicitis aguda o la colecistitis (inflamación de la vesícula biliar). También son frecuentes los problemas de quistes de ovario, tumores suprarrenales y hernias, entre otros.
Este tipo de intervenciones quirúrgicas durante la gestación están destinadas a preservar la salud de la mamá cuidando siempre la vida del feto, reduciendo al mínimo los riesgos. Si es posible, lo mejor es realizarlas durante el segundo trimestre del embarazo, aunque a veces, en cuestiones de emergencias no se puede planificar.
Cirugías fetales
Existen también otro tipo de procedimientos en la gestación que se dan cuando se encuentra alguna patología en el feto que se puede corregir dentro del útero antes de nacer. Las cirugías fetales son sumamente complejas y se pueden dividir en dos grandes grupos: la fetoscópica y la de abdomen abierto.
La intervención quirúrgica fetoscópica consta en introducir unos tubos bien finos por la pared abdominal de la mamá, que dejan ver al bebé y operarlo con láser. El otro tipo de cirugía es a útero abierto, cuando se abre el abdomen y el útero de la madre y se opera directamente al feto. Luego se cierra la herida y el embarazo sigue su curso. Las patologías que se pueden corregir en el feto durante la gestación son la espina bífida, bridas amnióticas, problemas valvulares cardíacos, hernia diafragmática congénita y transfusión feto fetal.
Cesárea
La cesárea es un método de parto mediante el cual se realiza una incisión en el abdomen y útero de la madre para extraer al bebé. Está indicado para casos en los que no se puede realizar un parto natural porque puede correr riesgo de vida la mamá o del pequeño.