Una vez producido el nacimiento, la ex gestante comienza la etapa del puerperio inmediato. A ello, sobrevienen una serie de cambios fisiológicos a tener en cuenta:
- Involución uterina
- Preparación de las mamas para la lactancia
- Normalización hormonal
- Cicatrización del Cuello Uterino
Primero debemos tener en cuenta que antes de salir de la sala de partos, se haya descartado cualquier lesión importante. Uno de los cuidados a tener en cuenta son las lesiones del piso pelviano: puede que el polo cefálico, cuando deflexiones, sea en forma brusca causando problemas en la zona uretral, perianal, etc.
Debemos saber que la uretra y la vejiga van a estar comprimidas al igual que el recto durante el trabajo de parto por la presentación fetal, y ello cause molestias a la hora de orinar.
Algunos de los síntomas que con más frecuencia pueden aparecer son: incontinencia urinaria, dolor al orinar y necesidad imperiosa de micción.
Es posible que haya un cierto temor y por tanto, este inconveniente se debe sortear si se realizó una buena preparación para el parto, donde se enseñó como será este nuevo cuerpo.
Prevenir una incontinencia urinaria
- Ejercicios del piso pelviano: El objetivo es fortalecer estos músculos. Dicho ejercicio consiste en poder orinar pero cortando voluntariamente la micción por treinta segundos luego seguir. La musculatura se readapta fácilmente si somos constantes y si realizamos este ejercicio durante la preparación para el parto.
- Ejercicios de Kegel: en forma voluntaria contraemos y aflojamos los músculos del piso pelviano, cuantas más veces mejor dado que estos ejercicios no requieren de mucha ambientación. Aún en el trabajo, se pueden realizar ya que de esta manera capitalizamos fortaleza para otra etapa de la vida como es la menopausia.
Uro-Ginecología: Todo servicio de ginecología cuenta con esta “especialidad”, ante cualquier duda lo correcto es consultar con el profesional especializado, el nos dirá que protocolos realizar.




