Ya se ha pasado la etapa de mayor riesgo de sufrir abortos, ahora los cambios físicos empiezan a ser más obvios.
En los comienzos de la novena semana de embarazo tú no notarás un icremento claro de peso, aunque la váscula si lo hará. Habrás ganado cerca de un kilo traducido directamente en un incremento del útero que ahora tiene el tamaño de una pelota de tenis y todavía tiene que aumentar unas 20 veces más de peso sobre su inicio. Pero sólo has ganado el 10 por ciento de lo que alcanzarás en el resto de meses de gestación, así que ni la ropa te quedará aún apretada ni la gente notará nada. Es posible que no sea hasta el quinto mes que tu barriga empiece a ser ya tan destacable que no puedas ocultarla.
Lo que si es cierto es que desde la semana décima tus pechos están en aumento, puede ser que hasta un par de tallas más. Además, puedes empezar a notar un pequeño cosquilleo y que la areola vaya adquiriendo una tonalidad un tanto más oscura y pueden marcarse más las venas de los senos. Igualmente tu piel estará radiante y reluciente y verás como mucha gente por ahí te dice lo guapa que estás y lo bien que te sienta el embarazo, es por las hormonas, que aumentan las glándulas sebáceas que provocan este aspecto en ti.
Estamos ante una etapa en la que te encuentras especialmente sensible. Aunque físicamente te estas adaptando a los cambios, las emociones comienzan a ser más intensas y no es fácil distinguirlas. Tu conexión con el bebé, siendo primeriza, te crea dudas y miedos. Tu inexperiencia se une al alboroto hormonal que hay en tu cuerpo dando lugar a los sentimientos más ambivalentes y contradictorios de tu vida, provocándote cambios de humor, ataques de pánico, ganas de dormir constantes, etc. No te preocupes, sobretodo mantén la calma. Recuerda que el proceso es largo y que te dará tiempo a acostumbrarte a todo ello.
El 90% de las embarazadas sufren naúseas que derivan en vómitos durante los tres primeros meses. Si es tu caso, tranquila porque está cerca de remitir. Si no las sientes tampoco creas que eres rara, simplemente tu cuerpo se ha adaptado más rápidamente al cambio.
Sean cuales sean los resultados de las pruebas médicas hay consejos para embarazadas universales que se deben seguir y no puedes permitirte tomar sustancias como alcohol, cafeína en exceso, tabaco o cualquier tipo de droga. Y es aconsajable también no tomar el sol pues pueden producirse manchas en la piel.
El feto va evolucionando por días. Ya tiene los párpados formados (aunque falta mucho para que abra los ojos), todos los huesos de su cuerpo se van creando y el sistema nervioso le provoca realizar los primeros movimientos involuntarios. Ya tiene las uñas creadas y, en la décimo primera semana, ya comenzará a generar líquido amniótico. También empezará a poder abrir y cerrar las manos. Es en este momento en el que el embrión ya comienza a ser ser feto y tiene absolutamente definido su aspecto humano.
Hacía la semana doce ya tiene todos los órganos formados: estómago, hígado, pulmones, páncreas, etc. Ya empieza a orinar por si mismo. Los órganos sexuales ya están desarrollados aunque no son distinguibles. Los intestinos están aún colocándose y en poco tiempo ya estarán perfectamente situados en el abdomen del futuro bebé. En este tercer mes tenemos ya lo que es una miniatura de lo que será tu bebé, de unos 10 centímetros, que se estira, da patadas, se mueve inquieto y comienza incluso a tener ya hasta sus propias huellas digitales.
