El bebé en la trigésimo octava semana de embarazo
El corazón del bebé late a unas 140 pulsaciones por minuto, el doble que el de un adulto. El cordón umbilical puede medir unos 60 cm de largo. Está cubierto de una sustancia gelatinosa para impedir la formación de nudos. La placenta pesa unos 650 g. Empieza una verdadera cuenta atrás ya que Es imposible predecir cuándo nacerá exactamente el bebé. De hecho,sólo el 5% nace en la fecha prevista, el resto lo hace antes o después.
La madre en la trigésimo octava semana de embarazo
Los pulmones del niño y tu placenta son la clave de la sincronización. Cuando los pulmones están maduros, segregan una proteína al líquido amniótico que altera la producción hormonas. Este cambio hace que la placenta reduzca la emisión de la hormona progesterona y fomente la producción de una nueva hormona: la oxitocina.
La oxitocina regula las contracciones del útero e indica si hay parto. Las molestias en la madre son comunes ya que el bebé es muy grande y al moverse se nota mucho, el vientre se puede deformar dependiendo de la posción del bebé. El cansancio de la madre es más que nunca y el peso del bebé puede provocar dolor de espalda, la madre notará que ha cogido unos 15 kg, pero se perderá casi todo al poco tiempo del parto. Se debe tener todo listo para salir corriendo al hospital en cuanto se den los indicios del parto.