Atendiendo la petición que nos llegó hace un tiempo acerca de que se solicitaba más información sobre la bursitis, vamos a pasar a explicar de qué se trata esta enfermedad.
La bursitis se produce cuando unas bolsas, llamadas bursas, se inflaman o irritan causando dolor. Estas bursas se sitúan en aquellas zonas en las que hay lugares de rozamiento, como por ejemplo músculos, huesos o incluso tendones, su objetivo es que estas bursas consigan ayudar al movimiento.
Los tipos de bursitis que podemos encontrar son dos, se encuentran tanto la aguda como la crónica.
La primera de ellas es la más leve y es que se detecta en el momento en el que la articulación adquiere un color rojizo y causa un dolor que se corresponde además con un aumento de la temperatura en esa zona.
En el segundo de los tipos, la bursitis crónica, es el paso de haber adquirido la bursitis aguda, y es que además puede venir también de tener varias lesiones la bursitis se manifiesta con hinchazón y dolor y disminuye el movimiento habitual, provocando una atrofia muscular y debilidad motora.
Debemos de cuidar nuestras articulaciones, y es que por el uso excesivo de ellas, podemos contagiarnos de la bursitis, y es por eso mismo por lo que debemos de cuidarnos, ya que no sabemos el momento en el que puede pasarnos a nosotros, y es que suele manifestarse sobre todo en los hombros, con un dolor que va de menos a más, y que si no ponemos remedio, nos aparecerá constantemente.




