La Ozonoterapia

Lo que comúnmente conocemos como ozono es un gas formado por tres átomos de oxí­geno que se encuentra en las capas altas de la atmósfera terrestre.

Este gas, además de proteger y conservar la vida en el planeta Tierra (ya que sin el los rayos ultravioletas que vienen desde el Sol destruirán toda forma de vida) cuenta con un efecto terapéutico.

El ozono, es un gran oxidante, por consiguiente cuenta con un alto í­ndice de poder bactericida, antiví­rico y fungicida.

Aplicado sobre las heridas y úlceras infecciosas actúa como un desinfectante natural y dentro del organismo como una eficaz herramienta de defensa bactericida y antiví­rica.

Activa la circulación sanguí­nea y consigue un gran efecto antiinflamatorio.

La aplicación tanto interna como externa del ozono en el organismo humano provoca la inmediata eliminación de gérmenes patógenos, además de mejorar la oxigenación en la sangre y lograr un estado de mejorí­a en el metabolismo celular y del sistema inmunitario.

Métodos externos: bolsa plástica para el tratamiento de extremidades que cuentan con heridas infectadas o también ulceras con difí­cil curación.

Agua de ozono que se utiliza para inflamaciones de carácter bucal y una pomada de aceite de ozono, la misma es una mezcla de aceite de oliva y ozono, que se utiliza mayoritariamente en quemaduras.

Métodos internos: dentro de las internas encontramos un gran número de inyecciones tales como la inyección subcutánea, inyección intraarticular, inyección intramuscular. Además el ozono se puede aplicar por ví­a intraarterial y por ví­a intravenosa.

Recordemos que se recurre a la ozonoterapia no solo en casos de enfermedades reumáticas sino también como herramienta para combatir otras afecciones como enfermedades cardiovasculares, migrañas, úlceras, etc.

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