El cuerpo de la mujer experimenta muchos cambios durante el embarazo. Su centro de gravedad se modifica junto a su peso y proporciones lo que hace que en muchas ocasiones se adopten posturas inapropiadas que pueden causar lesiones musculares en la espalda y los músculos de las piernas debidos a una sobrecarga.
Además el estar demasiado tiempo sentada o en una postura encogida afecta al bebé pudiendo llegar a impedir que se coloque en la posición adecuada y que se encaje de forma correcta en el momento de dar a luz. Por tanto es muy importante para la salud de ambos, que mantengas las posturas adecuadas.
La zona lumbar y sus problemas
Realmente lo ideal sería que las mujeres aprendieran a tener una buena postura en la zona pélvica y la espalda antes incluso de quedarse embarazadas. Según va aumentando el tamaño de la barriga lo normal es tender a arquear la zona lumbar sobrecargándola y causando daños que en algunos casos son irreversibles.
La postura correcta para evitar dolores lumbares y ciáticas es caminar con la espalda derecha los glúteos firmes y la cabeza alta, mirando al frente. Los brazos deben de estar relajados y moverse a ambos lados del cuerpo.
Subir escaleras correctamente
Subir las escaleras de forma correcta no solo ayudará a que la zona lumbar no se resienta sino que evitará pérdidas de equilibrio y caídas que tan peligrosas pueden ser durante la gestación. Hay que apoyar todo el pie en el escalón, no solo la punta y subir con la espalda derecha, sin echar hacia atrás los glúteos. Es preferible evitar bajar escaleras ya que el peso extra repercutirá en las articulaciones de las rodillas que pueden resentirse. Si no queda más remedio hay que hacerlo con cuidado, paso a paso evitando saltitos.
Mantener una postura correcta es un hábito que puede aprenderse. Aunque en un principio haya que estar permanentemente pendientes de la postura si se persiste acabará haciéndose de forma natural y la espalda nos lo agradecerá.