Aunque tenemos que reconocer que el deporte es algo muy bueno en todos sus aspectos, cuando el deporte se lleva a un nivel profesional comienza a dar más problemas que ventajas. Esto pasa, no solo por el tipo de nivel emocional al que las personas que hacen deporte están sometidas, sino porque el cuerpo se agota y hay que darle a los músculos y extra cada día para que se mantengan al nivel.
Uno de estos extras de los cuáles te hablamos en este post es el masaje deportivo
El masaje deportivo no se centra en tratar las lesiones que ya han surgido, sino en tratar de evitar que puedan surgir nuevas lesiones de algún tipo. Lo que hace es recorrer la musculatura y conseguir que todo el cuerpo se encuentre en un estado de relajación en pleno mantenimiento.
En lo que se refiere al masaje deportivo, existen tres modalidades. La primera es la de antes de la competición (precompetición) la segunda es la del momento antes de empezar (masaje 0) y después de la competición (postcompetición).
El masaje de precompetición, es un tipo de masaje que prepara os músculos para una competencia fuerte y hace que pueda hacerla sin pasar ningún tipo de lesión.
Este tipo de masaje es como un calentamiento antes del ejercicio, pero en profundidad.
Este tipo de masaje puede ser con técnicas de descarga o con técnicas tonificantes.
En caso de que la persona tenga una pequeña contractura, aunque no es un método de curación sino de prevención, esta se termina disolviendo durante el masaje.
Este tipo de masaje deportivo, es idóneo llevarlos a cabo unas horas antes o unas horas después de la competición, aunque algunos deportistas de élite piden que sea incluso dos días antes para comenzar a prepararse desde entonces.
En resumen
El objetivo de este tipo de masaje deportivo es muy simple, prevenir lesiones y mejorar el estado de los músculos antes de cualquier tipo de competencia.




