Pese a que todos los deportes pueden causar lesiones, pocos deportes son tan exigentes con nuestras articulaciones como es el pádel. La superficie de la pista es un factor a tener muy en cuenta. Sirva sino poner como ejemplo el desgaste de la nuestras zapatillas y lo rápido que la pista va “comiéndose” su suela. Si el pádel es exigente con nuestro calzado imaginemos como de exigente puede ser con nuestro propio cuerpo.
En general, hay muchos factores que contribuyen a las lesiones en el pádel, tales como los cambios rápidos de dirección o las repetitivas cargas sobre ciertos músculos en concreto. Algunas de las lesiones más frecuentes que podemos ver en webs como la de padelstar son las conocidas lesiones en el hombro, la tendinitis en el codo o epicondilitis, fisuras, esguinces o la fascitis plantar, entre otras. La mayoría ocurren sobretodo al comienzo de los partidos, por lo que un buen calentamiento será clave para reducir el riesgo de lesiones y aumentar el rendimiento muscular.
Hoy nos centraremos en una lesión que no es fruto de un movimiento repentino, sino del desgaste continuado que las duras condiciones que el pádel impone a nuestras articulaciones. Nos estamos refiriendo a la osteoartritis.
La glucosamina y sus beneficios en la degeneración de las articulaciones
Tengamos en cuenta, que en la actualidad muchos somos los compañeros que se han iniciado en este deporte a edades adultas. Por lo tanto no es nada atípico que el envejecimiento de las articulaciones junto a los movimientos exigentes, acabe produciendo este tipo lesiones. ¿Cómo podemos prevenir y revertir el envejecimiento de las articulaciones?
Existe un monosacárido llamado glucosamina que seguro que nos suena si hemos practicado cualquier otra modalidad deportiva con anterioridad, que ayuda a reconstruir el cartílago de nuestras articulaciones. Nuestros cuerpos, cuando somos jóvenes, son capaces de producen de forma automática y natural grandes dosis de esta sustancia para reconstruir los cartílagos dañados. Sin embargo, a medida que nos vamos haciendo mayores, especialmente a partir de la treintena, la capacidad de nuestro organismo para producirla va disminuyendo. Es por esta razón que la mayoría de planes de nutrición deportiva conllevan el uso de sulfato de glucosamina, dada la abundancia de estudios que hablan de sus beneficios para la osteoartritis y la salud de las articulaciones.
Uno de los principales beneficios reside en el aumento de niveles de líquido sinovial. Este tipo de líquido es conocido por su un gran poder lubricante cuando fluye a través de las articulaciones. Con la toma de glucosamina estaremos cuidando de los tejidos que todos tenemos alrededor de las articulaciones, preservando su flexibilidad, y evitando que el fémur y la tibia se desgasten del roce del uno con el otro.
Depende de cada persona la dosis necesaria para ver efectos. El sulfato de glucosamina requiere menores dosis que el clorhidrato porque el primero proporciona mayores niveles de glucosamina a la sangre. La mayoría de estudios recomiendan, para personas adultas, 1500 mg divididos en tres tomas de 500 mg cada una, aunque pueden requerirse dosis superiores pueden en caso de que la lesión presente una situación muy severa. En caso de que sea así deberíamos consultar a un profesional médico y observar las posibles reacciones adversas.
A pesar que con la edad es cuando se pierde la capacidad de crear este monosacárido de forma natural, aquellos deportistas sometidos a ejercicios exigentes para las articulaciones como los que requiere el pádel, usan mayores niveles de glucosamina en sus articulaciones. Este hecho hace los suplementos de glucosamina comiences a ser beneficiosos a partir de los 18 años.
Por último queda recordad que no todas las medicaciones o suplementos funcionan para todo el mundo. Una persona puede haber tenido una muy buen experiencia con un suplemento, mientras otra puede que no. Lo mismo sucede en este caso. Algunas personas pueden haber tenido mucho éxito, mientras que otras puede no haberles ido tan bien. A veces el éxito puede pasar por cambiar ligeramente la dosis, o tratar de combinarlo con otros complementos distintos como es el caso de la tirosina, combinación esta, muy popular entre los corredores de larga distancia.