Los tratamientos de fisioterapia se aplican a diversos problemas respiratorios crónicos como el asma, la bronquitis y el EPOC entre otras patologías del tracto respiratorio. El asma es una de las enfermedades que se presentan en las personas de diferentes edades cuyos síntomas se manifiestan en forma intensa durante la época primaveral incrementando los ingresos al área de urgencias de los hospitales por problemas de hiperventilación y otras complicaciones respiratorias.
Los pacientes con la enfermedad asmática no asisten al fisioterapeuta debido a desconocimiento, lo hacen hasta que la enfermedad ha avanzado y están en tratamiento con el neumólogo, pediatra, alergólogo y cirujanos por complicaciones de la enfermedad. La fisioterapia respiratoria es una especialidad de la fisioterapia que enseña al paciente asmático la manera adecuada de controlar y prevenir las crisis para mejorar su capacidad y desarrollar las actividades físicas y deportivas que constituyen su vida diaria, independientemente de su edad.
En general, la fisioterapia capacita a los pacientes y familiares reducándolos, proporcionándoles información de higiene bronquial y enseñándoles la movilización de las secreciones con ello se incrementa la calidad de vida de la familia de los pacientes con asma.
Alergias, asma y fisioterapeutas
Las enfermedades alérgicas ocupan un lugar preponderante entre los padecimientos que sufren las personas en el mundo, se caracterizan por generar síntomas espasmódicos de los bronquios e incremento en las secreciones de las mucosas. Los factores causantes del proceso asmático pueden ser el humo de tabaco, las corrientes de aire frío, los alergenos como el polen, polvo, las partículas contaminantes, pelos de los animales de compañía, residuos de las alfombras y otros elementos residuales.
Por otra parte, la aplicación de la fisioterapeuta para colaborar en el tratamiento de los problemas asmáticos se vincula con los siguientes puntos:
- Establecer sesiones de ejercicio de relajación, cuya práctica se debe de realizar cotidianamente, estos favorecen el control del bronco espasmo y disminuyen el estrés del ataque espasmódico.
- La práctica de los ejercicios de respiración favorecen la expulsión de la mucosidad.
- La fisioterapia debe de ayudar a programar la actividad aeróbica sin desencadenar los síntomas.




