Artritis psoriásica

La psoriasis es una condición común que es difí­cil de. Los pacientes pueden presentar sí­ntomas de la psoriasis y la articulación, pero el diagnóstico de un sí­ndrome de artritis no siempre esta relacionada con la condición de la piel. La artritis psoriásica es un trastorno común con muchos aspectos y si no es tratada puede causar daño significativo y permanente en las articulaciones, con la discapacidad asociada y la disminución de la calidad de vida.

Los sí­ntomas de afectación articular puede estar presente en aproximadamente el 15 por ciento de las personas, antes de que cualquiera de los cambios de la piel resulte evidente y la ecografí­a de los tendones en las personas con psoriasis han demostrado alteraciones sin sí­ntomas en las articulaciones. Un menor número de articulaciones afectadas suelen ser por psoriasis en comparación con la artritis reumatoide, en algunos casos con sólo una o dos articulaciones afectadas. Los ligamentos y tendones se insertan en los huesos, y suelen ser afectados por el dolor y la inflamación. La inserción del tendón al hueso del talón es un buen ejemplo.

Con tantos entesis en el cuerpo, podrí­a explicar por qué algunos pacientes se quejan de sí­ntomas de dolor generalizado, no están estrechamente relacionados con las articulaciones. Cada articulación de los dedos se puede hinchar, ya sea por su propia cuenta o con la participación de otras articulaciones, y esto es un signo negativo para la enfermedad. La inflamación presente junto con el dolor de espalda son las caracterí­sticas tí­picas que también ocurren en la espondilitis anquilosante. Los sí­ntomas habituales son: rigidez al levantarse, la aparición constante y gradual, peor dolor por la noche. El dolor mejora con el ejercicio y empeora con el reposo.

A medida que las personas envejecen se quejan más de problemas en las articulaciones, de modo que es fácil pasar por alto los signos de que una persona con psoriasis. Un médico debe siempre debe tener en cuenta la posibilidad de la artritis psoriásica en un paciente con psoriasis que presenta dolor e inflamación en los dedos y la espalda. La VSG (velocidad de sedimentación globular) y el PCR (proteí­na C-reactiva) en los análisis de sangre son las investigaciones de rutina y ambos pueden ser elevados en las enfermedades inflamatorias. Si hay una condición común en la que se sospeche que no hay signos de la psoriasis es aconsejable comprobar cuidadosamente el cuerpo de la persona en busca de señales ocultas de lesiones de la piel psoriásica y excluir esta condición.

Normalmente el 30% de las personas diagnosticadas con esta enfermedad no sufrirá una enfermedad progresiva. Esta enfermedad suele ser tratada eficazmente con inyecciones de esteroides en las articulaciones.

Los enfermos de artritis psoriásica se han beneficiado menos de la investigación y el desarrollo que los que tienen otras condiciones importantes de artritis, pero en los últimos diez años ha habido un gran aumento de las investigaciones sobre esta enfermedad. El Desarrollo reciente de agentes de tratamiento biológico ha impulsado nuevos métodos de tratamiento. A pesar de ello todaví­a hay falta de pruebas para los tratamientos y cuándo aplicarlos.

Un conjunto de daños y rápido avance de la enfermedad de artritis está presente en alrededor del 5% de los enfermos de artritis psoriásica. Las enfermedades cardiovasculares y el sí­ndrome metabólico son más comunes y afectan a la esperanza de vida por lo que es importante identificar y controlar los riesgos, como el colesterol, el sobrepeso, la hipertensión y el tabaquismo. Los pacientes deben ser remitidos a un reumatólogo si tienen psoriasis o problemas en las articulaciones. Cuanto más y mejor es la protección proporcionada por la derivación precoz habrán menos daños a largo plazo.