Sí­ntomas y tratamiento de la artritis reactiva

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La auto limitación de la naturaleza de este tipo de artritis significa que la condición se establece durante un perí­odo de 3 a 12 meses si la gravedad de los sí­ntomas es mayor o menor. La posibilidad de que la condición recurrente sea significativa, con una mayor incidencia si un paciente es positivo para HLAB27, y un nuevo episodio es potencialmente desencadenado por infecciones u otros agentes. El proceso de la artritis puede ser leve o puede causar destrucción y desactivación de los cambios en las articulaciones en un pequeño grupo en el 15 por ciento de los enfermos. El rango de edad habitual de aparición de esta enfermedad es entre los 20 y 40 años, las infecciones intestinales dan en una misma proporción en hombres y mujeres y las infecciones urogenitales se dan en una relación de 9 a 1.
Normalmente hay un comienzo agudo y repentino de la artritis reactiva y los pacientes suelen presentar fatiga, fiebre y malestar general con dolor en varias articulaciones de la extremidad inferior. El dolor lumbar se produce en la mitad de los pacientes con artritis reactiva y el dolor en el talón es un sí­ntoma común debido a la inflamación de la inserción del tendón en el hueso del talón de Aquiles. Las articulaciones que soportan peso son las más afectadas, pero otras pueden ser afectadas, con las manos y los pies, que son afectados en los casos más graves y de largo plazo.

La severidad de los sí­ntomas experimentados es el factor determinante de cómo se procederá en el tratamiento. Uno de los puntos principales del tratamiento es el uso de antiinflamatorios no esteroideos, habitualmente adoptados para maximizar el efecto. La fisioterapia puede ser prescrita para mantener y desarrollar la fuerza muscular, aumentando los rangos articulares y controlar el dolor. El alivio a largo plazo de los sí­ntomas en una articulación inflamada puede lograrse dando una inyección intra-articular de esteroides, o si no los antiinflamatorios son especialmente eficaces. El tratamiento con antibióticos puede ser prescrito por diversas razones, pero no cambia el curso de la enfermedad.

Para la artritis crónica el reumatólogo le recetará medicamentos conocidos como modificadores de la enfermedad o DMARDS fármacos anti-reumatoide. Estos han sido probados en condiciones como la artritis reumatoide o espondilitis anquilosante, pero su utilidad en la artritis reactiva no se ha demostrado. Los ejemplos tí­picos son el metotrexato y la sulfasalazina.

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