Este tipo de trastornos que se manifiestan en la articulación temporomandibular se tratan de una serie de dificultades a nivel de la mandíbula más precisamente en sus articulaciones, que son las encargadas de conectar la mandíbula inferior al cráneo.
Algunas de las causas que pueden llevar a que las personas aprieten y rechinen sus dientes tanto en el día como en la noche al dormir es el estrés. El hecho de apretar los dientes causa fuerza y por lo tanto ejerce presión en los músculos, los tejidos y otras zonas de la mandíbula.
Si además de apretar los dientes también se rechinan, que lo que se hace es deslizar los dientes unos sobre otros con movimientos, causa un desgaste en los dientes.
Tener una mala postura, como por ejemplo tener la cabeza hacia delante por mucho tiempo con una misma posición provoca una tensión en los músculos de la cara y del cuello.
Otras de las causas que lo provocan son la falta de sueño, el estrés y una dieta deficiente. También pueden vincularse otras enfermedades como las fracturas, la artritis, dislocaciones y problemas óseos de nacimiento.
Algunos de los síntomas que se manifiestan son: dolor en la cara, chasquido al abrir la boca o al masticar, dolor de oído, dolor de cabeza, dolor o molestia en la mandíbula, dificultad para abrir o cerrar la boca y molestia para masticar o morder.