Cuando alguien decide dedicar su vida al arte del amasamiento o los masajes, no solo tiene que ir a escuelas para volverse un profesional, también debe de saber que tiene que prepararse físicamente y mentalmente para poder realizar su trabajo, es por eso que es recomendable realizar algunos ejercicios antes de empezar a tratar a los pacientes, eso por lo mismo del gran esfuerzo que el terapeuta realiza, en especial la espalda, la cual puede desarrollar fatiga muscular, lesiones por distensión, e hipertrofia.
Por el movimiento que se realiza es recomendable realizar ejercicios de agitación y oscilación, los cuales pueden usarse para desentumecer los músculos de la cintura, la espalda y las caderas. Agitación de manos y muñecas, es una formula adecuada para disminuir la tensión neuromuscular, no solo antes, sino después del masaje. Los movimientos activos muy lentos son buenos para liberar la tensión también y al mismo tiempo producir relajación, un ejemplo de este tipo de ejercicios es pararse con las piernas ligeramente separadas, mantener los brazos flexionados a la altura de la cintura. Mantén la posición hasta que consigas relajarte, después desliza el braxo lentamente hacia arriba como si quisieras alcanzar algo por encima de tu cabeza, por último regresa a la posición inicial, haz una pausa para relajarte otra vez y vuelve hacerlo. Este ciclo dura dos minutos.
Los estiramientos también son muy importantes, ya que son base para tener la flexibilidad que se necesita, reducir la tensión neuromuscular. Por ejemplo, la postura fetal es perfecta para relajar la espalda. Las nalgas deben descansar sobre los talones, coloca la cabeza encima o delante de las rodillas y estira los brazos lo más que puedas hacia adelante, así mantendrás la tensión, la cual liberarás cuando dejes de estirarte.
Realizar los movimientos y estiramientos para calentar, te ayudarán para realizar un mejor trabajo y tu cuerpo lo agradecerá.
