Los masajes para bebés, aplicados por la madre o el padre, son una forma muy hermosa de establecer vínculos con el recién llegado, además de que de este modo podemos ayudarlo con las molestias que pueda tener y hacer que se sienta más relajado.
Los masajes para bebés son recomendables a partir de la tercera semana, ya que antes son demasiado pequeños para recibirlos. A tu pequeño le irán muy bien para superar el trauma que el parto les puede haber creado y también se sentirán más a gusto en su nuevo entorno.
Está demostrado que los bebés que reciben masajes de forma habitual tienen más dominio sobre sus extremidades y suelen empezar a andar antes que los bebés que no los reciben, además de caminar mejor desde el primer momento. Si quieres aumentar el contacto con tu bebé, los masajes son una buena forma de hacerlo.
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