También son buenos las hojas de vid, y el agracejo. La agrimonia, el cardosanto, las hojas de uva y el agracejo son cuatro de las plantas medicinales más recomendadas para el tratamiento de la cirrosis hepática. Esto debido su alto contenido de ácido celidónico, resinas, taninos, ácidos orgánicos, vitamina C, pigmentos y pectina; y alcaloides como la berberina y la palmatina.
Tanto la agrimonia como el cardosanto se consumen en infusión; mientras que la vid y el agracejo, en decocción.
Con relación a la agrimonia, se vierte en una taza de agua hirviendo una o dos cucharadas de la hierba y se deja reposar, tapada, durante 15 minutos. Se bebe de 2 a 3 tazas diarias, las veces que se considere necesario.
Para aprovechar el cardosanto hay que echar en una taza de agua hirviendo una cucharadita de la hierba y dejar reposar por 20 minutos. Se bebe una taza, 2 ó 3 veces al día.
En tanto las hojas de vid se aprovechan de la siguiente manera: hierva durante 15 minutos, 4 cucharaditas de hojas frescas o secas, en medio litro de agua. Se enfría por 15 minutos y se toma una taza 3 veces por día, durante varias semanas.
El agracejo se aprovecha en cocimiento, haciendo hervir un puñado de las hojas en un litro de agua, entre 5 a 7 minutos. Luego de enfriarse, se cuela y se toma tres tazas al día después de las comidas, por un tiempo prolongado.
Más sobre la cirrosis hepática