La deseada primavera puede convertirse en una pesadilla para muchas personas. Las temperaturas suben, todo florece y se acerca el verano. Pero son muchos los niños y adultos que con el inicio de esta estación comienzan a sufrir molestias a causa de la alergia que padecen, que afecta especialmente a las vías respiratorias y ojos. Cerca de un 7% de la población mundial sufren de alergia en primavera, que es básicamente una alergia al polen de los pastos, árboles, yerbas y malezas.
En términos simples, una alergia es una reacción desproporcionada del sistema inmunitario a una sustancia que es inofensiva para la mayoría de la personas. En los alérgicos, el cuerpo trata a esa sustancia (alérgeno) como un invasor y reacciona de manera inapropiada, provocando síntomas que pueden ir desde molestias leves hasta síntomas graves que pueden poner en peligro la vida.
La rinitis alérgica es el más frecuente, es la popularmente conocida í¢â‚¬Å“alergia al polení¢â‚¬Â. Los síntomas más frecuentes son la congestión nasal, el lagrimeo, mucosidad nasal, sensibilidad cutánea, picor nasal, tos o dificultad para respirarí¢â‚¬Â¦ y pueden llegar a condicionar la vida del alérgico.
Aunque se trate de una situación que es difícil de evitar, es importante que las personas más sensibles se traten de forma preventiva para que los síntomas no se agraven. Algunos pequeños consejos pueden mejorar el día a día de los alérgicos: mantener las ventanas cerradas, evitar las actividades al aire libre, mantener los espacios muy limpios, acercarse al mar y evitar las montañas, evitar olores fuertes como humo o gasolina y cuidar especialmente la alimentación, el í¢â‚¬Å“té rooibosí¢â‚¬Â sirve de gran ayuda en el tratamiento de las alergias, ya que actúa como antihistamínico natural suave con la ventaja de que no produce somnolencia e induce a la relajación y bienestar.
En el caso de presentar estos síntomas y aún no haber sido catalogado como alérgico, es necesario acudir a su médico para que le realice las pruebas de la alergia y comience un tratamiento que prevendrá que aparezcan síntomas grave de la enfermedad. Para los que ya están catalogados, pero hasta ahora no han necesitado medicación, es necesario que controlen su alergia acudiendo al médico con frecuencia, que valorará si es necesario empezar con un tratamiento preventivo contra la alergia primaveral.




