Más que el ejercicio, la tranquilidad y vivir al aire libre, se ha descubierto que la dieta es un tercio de una buena protección contra los casos de cáncer.
Es cierto que aún no se conocen las causas por las que el cáncer aparece, pero si se saben algunas formas en las que se puede prevenir y una de ellas, es comiendo correctamente.
La mejor dieta para prevenir el cáncer o la aparición de tumores malignos, es mantener día a día una dieta que sea rica en fibra y no muy alta en grasas. Jamás se deben dejar de comer alimentos grasos, ya que el cerebro está cubierto por una especie de capa que le da la grasa y necesaria para pensar y razonar de la forma correcta.
La dieta también debe tener un alto contenido de antioxidantes (como el café) o fitoquímicos.
Si comemos muchos alimentos ricos en antioxidantes, estos no ayudará a que nuestras células envejezcan mucho más lentamente y se piensa que eso puede ayudar a prevenir el cáncer. Los radicales libres, son los culpables de que el cuerpo envejezca y en algunos casos llegan a causar la muerte.
Aunque nuestro cuerpo es capaz de fabricar sus propios antioxidantes, cada día los matamos a causa del tabaco, la contaminación del aire, nuestro propio estrés o incluso la ingesta de grasas excesiva. Esto incrementa las posibilidades de tener cáncer.
Las personas que consumen cantidades notables de Vitamina E, Selenio y betacaroteno presentaron una cantidad menor de mortalidad en el cáncer de estómago.
La obesidad, se relaciona también con algunos tipos de cáncer como el de colon, el cervical o el gástrico.
Un consumo notable de soja se cree que reduce el riesgo de padecer cáncer de mama en las mujeres.
De hecho, la dieta es tan importante que una vez que aparece la enfermedad del cáncer, es vital para una buena recuperación.




