Las vacaciones de verano también son fuente de salud y bienestar por lo que es importante elegir un destino que te ayude a poner en armonía cuerpo y mente. En tiempos de crisis económica, los destinos lejanos han dado protagonismo nuevamente a los pueblos. ¿Qué ventajas te reporta disfrutar de tu verano en el pueblo?
Vacaciones de salud
1. En primer lugar, la calidad de vida en el pueblo es mayor que en la ciudad en lo que se refiere al descanso. El silencio que se escucha por la noche crea unas condiciones ideales de relax. Dormir en el pueblo es un premio de salud después de todo un año de esfuerzo y de estrés. El cuerpo necesita recargar energías. Dormir bien durante el verano es una de las máximas prioridades de muchas personas porque durante esta época del año, la calidad del descanso se resiente.
2. La cercanía y la proximidad entre los vecinos aporta un feedback emocional que suma autoestima, confianza y motivación. Tener una red de relaciones amplia suma fortaleza emocional. La vida en el pueblo se opone al individualismo más propio de las grandes ciudades. Con frecuencia, a lo largo del año las relaciones personales se ven afectadas por las dificultades de la conciliación laboral. En verano, llega el momento feliz de recuperar el tiempo perdido.
3. En los pueblos pequeños existe menor nivel de contaminación por lo que el aire sano que respiras en este tipo de entorno también te renueva por dentro.
4. En muchos casos, volver al pueblo es volver a revivir recuerdos de la niñez. Momentos de felicidad que forman parte de tu memoria y que al volver a recordar te hacen sentir pleno de vida.
5. Las vacaciones en el pueblo son especialmente recomendables para desconectar del estrés tecnológico para recuperar la calma de disfrutar de la vida con el ritmo propio del verano.
