El verano es una época del año en la que el pie tiene una mayor sensibilidad porque como consecuencia del cambio de calzado, el pie pasa de ir completamente cubierto durante el invierno a estar desprotegido durante el verano.
Por ello, lo recomendable para cuidar el bienestar del pie y evitar las rozaduras es hacer un cambio de calzado que sea gradual. Por ejemplo, al principio, puedes utilizar calcetines tobilleros. Es importante tener unos pies felices en verano.
Cómo tener unos pies perfectos
Para prevenir posibles heridas también puedes utilizar tiritas como medida preventiva en partes que son especialmente sensibles, por ejemplo, el tobillo o el dedo meñique. También puedes aplicar un poco de crema hidratante en la zona de los dedos para evitar la sequedad.
Esta época del año puede ser perfecta para acudir al podólogo y que pueda realizar algunos cuidados profesionales.
Utiliza calzado y calcetín adaptado al tipo de actividad que vas a realizar. No es lo mismo salir a caminar por la ciudad que ir al trabajo. El tipo de calzado siempre debe de estar mediado por el uso que se le da.
Una perfecta higiene también es importante para cuidar los pies durante el verano y siempre. Después de la ducha, seca con mucho cuidado tus pies también, en la zona que está situada entre los dedos.
Hay que poner mucha atención en comprar el número de calzado correcto para ello, antes de hacer tu compra camina varios pasos por la tienda para comprobar que no te oprime por ninguna zona. Opta por un calzado con una buena sujeción para el pie.
Si un zapato te hace daño puedes optar por llevarlo al zapatero para que lo coloque durante varios días en la horma para darle forma. Si esa solución no remite las molestias, entonces, es preferible que dejes de usar esos zapatos para cuidar de tu salud.
Fuentes – El Mundo, Revista GQ