Los ejercicios faciales son perfectos para deshacerse de las arrugas, quemar grasa en el rostro y combatir el estrés.
Mediante la actividad muscular en la cara, la piel tiende a estirarse, haciendo desaparecer las arrugas y retardando el envejecimiento facial, mientras se recupera frescura y una expresión más relajada.
Aunque los resultados físicos con los ejercicios faciales no son iguales a los que se logran con un procedimiento estético con relleno facial o con una ritidectomía, practicada por un especialista en rejuvenecimiento facial, son muy apropiados y recomendados para la salud del rostro, debido a que ayudan a aumentar el flujo sanguíneo en la cara, a eliminar toxinas y células grasas de manera natural, como una técnica muy efectiva para aliviar la tensión.
Practicar todos los días, diez veces, cada uno de estos ejercicios es muy fácil, pues estos no requieren de mucho tiempo y además ayudan a conseguir un rostro con apariencia más sana y radiante:
Mejillas: coloca sobre tus mejillas tus tres dedos centrales y empuja hacia abajo, sonriendo mientras haces estos movimientos. Mantén tu cabeza hacia atrás cuando se estés llevando a cabo este ejercicio.
Frente: coloca tus dedos índice justo por encima de las cejas y muévelos hacia abajo, teniendo cuidado de no enterrar tus dedos en los ojos.
Labios: contrae tus labios como si fueras a dar un beso y tensiona hacia adentro de la boca a modo de succión.
Ojos: siéntate cómodamente con los ojos cerrados y relajados. Mientras tienes los ojos cerrados, mira hacia abajo y mira hacia arriba tanto como sea posible.
Cuello: Siéntate con la espalda recta e inclina la cabeza hacia atrás mirando al techo. Mantén los labios cerrados y relajados. Mueve el labio inferior por encima de tu labio superior en la medida de lo posible.
Papada: siéntate con la espalda recta e inclina tu cabeza hacia atrás, mirando hacia el techo. Mantén los labios cerrados y relajados. Cuenta hasta veinte, relájate y lleva la cabeza hacia atrás a la posición normal, repitiendo.




