Los niños menores de 15 años, que consumen más de un vaso diario de bebidas gaseosas y/o carbonatadas, tienen una mayor tendencia a desarrollar enfermedades cardiovasculares. Según un estudio realizado en Australia se pudo comprobar el nexo entre la ingesta de los hidratos de carbono de las bebidas edulcoradas y el incremento de las enfermedades cardiovasculares.
Esta investigación informo que el estado de los vasos sanguíneos de la retina dan una indicación muy precisa de la salud de los vasos sanguíneos del resto del cuerpo. Estudios anteriores en adultos ya han demostrado que la reducción de los vasos sanguíneos en los ojos son un síntoma temprano de enfermedades cardiovasculares.
Este estudio examinó los ojos de unos 2.000 niños de doce años de edad y así descubrió un estrechamiento en las arterias de las retinas de aquellos menores que ingerían más de 274 gramos de hidratos de carbono al día. También se informo que la relación entre una dieta alta en hidratos de carbono y el estrechamiento de los vasos sanguíneos es más alta en las niñas que en los varones.
Esto debe ser una llamada de atención para que los padres y los niños reduzcan el consumo de hidratos de carbono y azúcar para reducir el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares.
Obviamente se recomienda la ingesta de frutas y verduras, al margen de una adecuada actividad física y evitar el sedentarismo. Este tema se relaciona directamente con la obesidad infantil que afecta al 10-15% de la población entre los 6 y 12 años.




