Cuerpo y mente interactúan de forma constante porque el ser humano es un ser marcado por la realidad emocional y el plano físico. La realidad es que existen reacciones emocionales ante el dolor, respuestas que se producen a modo de causa y efecto. Existen reacciones emocionales ante el dolor propio pero también ante el dolor ajeno.
Por ejemplo, una persona que sufre por un familiar enfermo de cáncer también experimenta una cadena de miedos, dudas e inseguridades internas que muestran cómo el ser humano puede reflexionar a partir de un hecho en concreto.
Y el dolor asociado con la enfermedad, afecta a lo más hondo de la vulnerabilidad del ser humano como muestran los miedos que están vinculados con la muerte. Cada persona tiene una reacción concreta ante el dolor ya sea propio o ajeno, cada ser humano es distinto, sin embargo, existen situaciones que son muy humanas. La percepción del dolor está asociada con la subjetividad del sujeto. Esta percepción del dolor se intensifica cuando el mismo altera el ritmo cotidiano de la rutina cotidiana del afectado.
Miedo ante el futuro
1. Existen dolores que en caso de estar asociados con una enfermedad grave producen miedos asociados al futuro. Miedos que angustian porque están vinculados con lo imprevisible. Temores que recuerdan una vez más que lo más importante, siempre, es vivir el presente.
2. La tristeza ante la mala noticia de un dolor es una reacción lógica a modo de causa y efecto. Una enfermedad es un proceso físico y también emocional por eso es muy importante la inteligencia emocional aplicada a la medicina.
3. La ansiedad también puede producirse en aquellas personas que han sido muy autónomas e independientes en su vida y en determinado momento dependen de los demás.
Diferencias entre dolor y sufrimiento
El sufrimiento se produce cuando la persona se recrea en su propio dolor y da vuelta y vueltas alrededor de un mismo asunto. Por esta razón, es muy importante parar la mente para vivir el ahora también en una etapa de dolor.