Los riesgos de fumar están implícitos en todas las áreas de nuestras vidas, así que si estás planeando someterte a una cirugía cosmética es fundamental tomar la desición de dejar de fumar, debido a que el tabaquismo puede comprometer gravemente los resultados de un procedimiento de cirugía estética o plástica.
Fumar contrae los vasos sanguíneos y reduce la cantidad de oxígeno disponible para las células, esto incrementa los riesgos de una mala cicatrización, así como necrosis o muerte de la piel, cicatrices rojas y aberturas en la herida.
Los fumadores también tienen más probabilidades de experimentar complicaciones durante la anestesia y desarrollar infecciones después de la cirugía, por esta razón, bajo cualquier condición médica, quienes fuman tienden a tener tiempos de hospitalización más prolongados.
Fumar también puede afectar el resultado de un tratamiento. Por ejemplo, muchos procedimientos de cirugía estética se realizan para frenar el proceso de envejecimiento, pero el tabaco causa arrugas prematuras y esto entorpece la evolución de cualquier procedimiento.
Es por esto que muchos cirujanos plásticos deciden no realizar ciertas intervenciones en pacientes fumadores, tales como cirugías estéticas y plásticas, entre ellas la liposucción, aumento de senos o estiramiento facial, entre un sinnúmero de procedimientos quirúrgicos.
Y aunque la mejor opción sería dejar de fumar para siempre, abandonar el tabaco antes de una intervención quirúrgica trae beneficios a corto plazo, como la reducción de riesgos y complicaciones durante y después de una cirugía plástica.
Así que si tu meta es dejar de fumar, es importante discutir con el cirujano plástico certificado que vaya a atender tu caso, cuáles son los mejores métodos que te permitan abandonar este hábito nosivo para tu salud.
Aunque muchas personas pueden dejar el cigarrillo de un día para otro, incluso tras haber fumado durante muchos años de su vida, otros necesitan de algunas ayudas como los parches de nicotina, gomas de mascar y pastillas masticables para reemplazar el tabaco.
El spray nasal de nicotina y los inhaladores que sólo se venden con receta médica, para aliviar un poco los síntomas de abstinencia, son otras de las opciones que puedes evaluar junto tu médico.
Sin embargo, ten en cuenta que los parches de nicotina y otros sistemas de reemplazo de esta sustancia no pueden ser utilizados inmediatamente antes o en la víspera de la cirugía, debido a que causan algunos problemas relacionados con la mala cicatrización de heridas.
Otras terapias alternativas como la acupuntura pueden ayudar a algunas personas a dejar de fumar, este método consiste en la colocación de agujas muy delgadas en la piel, a lo largo de los puntos de acupuntura específicos para ayudar a frenar el deseo de consumir tabaco.
Ten en cuenta que todos los productos, existentes en el mercado, para dejar de fumar tienen su propio conjunto de ventajas y desventajas. Encontrar el método que mejor se adapte a tu estilo de vida puede ayudar a garantizar que dejes de fumar para siempre. Si fumas, asegúrate de informarlo a tu cirujano plástico certificado desde la consulta inicial, con el fin de prevenir cualquier riesgo.




