El siglo XX fue donde el tabaco tuvo su mayor apogeo, ya que se realizaron muchos estudios sobre esta singular manera de echar humo por la boca, demostrando que no tenía ningún fin terapéutico. Además, históricamente el hecho de fumar siempre se ha visto más en hombres que en mujeres, llegando a culturas que aprobaban, que sólo los hombres tenían derecho a fumar, pero a partir del siglo XX se iguala más esto y el número de mujeres que fuman prácticamente se iguala con el de los hombres.
En la Revolución Industrial sería el empuje definitivo que se daría al hábito de fumar, ya que a partir de ahí comenzó a hacerse publicidad sobre el producto, a incrementarse en gran medida el número de personas que fumaban, y sobretodo entre los jóvenes y los adolescentes.
A la vez que aumentaba la publicidad y la actividad sobre el tabaco, también aumentaban los conocimientos sobre los efectos del tabaco, por lo que la información sobre este producto incrementaba con el paso de los años.
En los años 90 ya se le comienza a obligar a las fábricas de tabaco que sólo podrían vender este material si en la cajetilla venía toda la información de los productos que contenían un cigarro. Con el paso de los años seguiría incrementando el número de jóvenes que comenzaban a fumar, ya que cada vez eran más y comenzaban más jóvenes.
En los últimos años se han llevado una medida antihumo o de conciliación en lo que ha hecho que el número de fumadores se reduzca al dejar gente dejar de fumar.