Cuando una persona quiere dejar de fumar, un factor bastante importante es el momento y la situación personal actual de esa persona. Si nos encontramos en una época en la que se está pasando por un momento de estrés o preocupaciones diversas, será mucho más difícil. Podemos poner de ejemplo, situaciones bastante frecuentes en la vida de cualquier persona: problemas familiares, afectivos con la pareja o con algún amigo, enfermedad o muerte de algún cercano, época de exámenes, problemas económicos, en el trabajoí¢â‚¬Â¦etc.
De hecho, está comprobado que muchas de las personas que han dejado de fumar y se encuentran de repente con una situación similar a estas citadas, han vuelto a retomarlo por necesitar una vía de escape para ahogar los distintos problemas que puedan preocuparle en ese momento. Esto no siempre ocurrirá, dependerá sobre todo del tiempo que haya pasado desde que se dejó de fumar la última vez y de la voluntad de la persona, no tiene por qué ocurrir pero en ese caso. Si nos encontramos ante una situación de verdadero estrés y preocupación, podemos sustituir el tabaco por otros remedios más sanos y naturales como una tila para calmar nuestros nervios, salir a correr o hacer cualquier otro deporte que nos evada y descargue energía, o hacer cualquier otra cosa que nos distraiga y haga olvidar un poco nuestros problemas.
Pero si finalmente pese a intentar evitarlo, se ha retomado este mal hábito en cualquiera de estas situaciones, lo ideal será dejar que pase esa mala racha para volver a reunir las suficiente voluntad de dejarlo definitivamente.




