El hábito de fumar está lamentablemente muy extendido en nuestra sociedad. Los fumadores habituales, que llegan a fumarse hasta una cajetilla entera de tabaco en un día, normalmente llevan fumando desde la adolescencia, por lo que son más propensos a padecer las enfermedades procedentes del tabaquismo y más difícil será el proceso a la hora de dejar de fumar.
La fuerza de voluntad a la hora de abandonar la adicción al tabaco es vital, sobre todo para aquellos que lleven tanto tiempo fumando. Se trata de un proceso difícil pero no imposible, que nos ayudará a sentirnos mejor con nosotros mismos y a llevar una vida saludable.
Las personas que están dejando de fumar tienden a sufrir ansiedad, o mejor dicho, ganas de tener en todo momento un cigarro en la boca. Para ello, la solución más fácil son los chicles (no hace falta que sean de nicotina, pues su efecto es el mismo), pues ayudarán a olvidarnos del tabaco mientras estemos masticando, además de que también reducirá las ganas de comer a todas horas.
Otro método efectivo son los parches de nicotina. Nos proporcionan nicotina en pequeñas cantidades, de manera que nos ayudará a combatir la adicción esta sustancia, que va entrando en el organismo en pequeñas cantidades, de manera que no es tan perjudicial como la nicotina del tabaco, además de que no pasará ni a los pulmones ni al sistema circulatorio.
Lo más importante a la hora de dejar el tabaco es proponérselo a uno mismo como un reto, auto convenciéndonos de que estamos haciendo algo que nos ayudará a llevar una vida mejor.