En el mundo hay muchas personas fumadoras, significan un alto porcentaje de la humanidad, que puede ir subiendo o bajando con el paso del tiempo, pero lo que es cierto que es un hábito que ya se mantiene desde hace miles de años.
Se conoce que pudo tener su origen a través de un vegetal cultivado en los países sudamericanos, especialmente en Perú. Para los europeos, el tabaco fue algo novedoso al llegar a América, donde este hábito ya estaba expandido por todo el continente, algo que sorprendió a aquellos navegantes que no dudaron en traerse algunas muestras.
El tabaco en sus orígenes no sólo pasaba por el proceso de inhalar y exhalar humo, ya que se tomaba de diferentes maneras, como inhalar por la nariz, masticarlo o beberlo, e incluso pasarlo por el cuerpo o usarlo como gotas para los ojos.
El tabaco era un material muy usado en rituales de las tribus, sobretodo antes de las batallas para dar fuerza a los guerreros en un proceso que pasaba por soplar a la cara del guerrero. Aparte de esto se ofrecían a los dioses en señal de adoración, también se llegaba a esparcir por la mujer antes de tener un contacto visual.
Una de las civilizaciones que más usaban el tabaco antes de la invasión de Colón, eran los mayas para sus rituales y sus contactos con los dioses. Se dice que el nombre de tabaco proviene de la traducción al castellano del lugar donde se encontró las primeras plantas de tabaco, en la isla de Tobago.




