Puede ser que no lo sepamos, pero el hábito de fumar va pasando de padres a hijos, y es que sea podido saber mediante un estudio de unas investigadoras europeas que si el padre fuma, el hijo fumará, mientras que si la madre también lo hace, la hija también fumará, y es que lo que no afecta es que el hecho de que un padre no fume, no afecta a que la hija fume.
Dicha investigación se basa en los datos procedentes de la Encuesta Panel Hogares Británicos 1944-2002. Según las investigadoras, se seleccionó esa fuente de datos debido a que en ella se detalla de forma pormenorizada los productos que se consumen en los hogares, incluido el tabaco, permitiendo analizar la transmisión intergeneracional del hábito de fumar.
Sin duda es bastante curiosa la investigación, ya que aporta datos que son muy interesante, sobre todo para las personas que fumen y tengan hijos, ya que de esta manera pueden ver el comportamiento que tienen sus hijos, y saber si se cumple esto que arroja la investigación.
La mejor manera de que los hijos no copien los comportamientos de los padres es que estos no fumen, y si lo hacen que aunque sea por sus hijos, que dejen de fumar, y es que estarán ganando tanto en su salud como en la de sus hijos, y de esta forma se aseguran de que sus hijos no terminen fumando, algo que sin duda, se los agradecerán en años venideros, ya que ellos ahora no fuman.
