No es nada nuevo afirmar que dormir bien es bueno para la salud. Pero lo cierto es que no todo el mundo sabe qué es dormir bien, ni que dormir bien o mal influye en enfermedades como la diabetes y la obesidad mórbida, y, en consecuencia, en todos los males que éstas llevan asociados.
- Aunque no todas las personas son iguales, se recomienda dormir una media de 7-8 horas diarias. En la historia, encontramos a personajes como Napoleón al que bastaban 4 ó 5 horas de sueño para mantenerse despierto el resto del día. Albert Einstein, por el contrario, dormía como una marmota. Se dice que Einstein, considerado uno de los personajes más inteligentes de la historia, no dormía menos de 10 horas diarias.
A lo largo del último siglo, la cantidad de horas de sueño por persona en el mundo se ha reducido hasta un 20%. Hoy en día la gente duerme menos. La estresante vida moderna es uno de los factores, y es ahí donde nosotros debemos tomar cartas en el asunto y aprender a controlar nuestro descanso, algo tan fundamental: ese tercio de nuestra vida en el que recargamos las pilas mientras soñamos.
Aparte de lo que cada cuerpo necesita para descansar, sí hay unas consideraciones comunes a todo lo relativo al sueño y el descanso, y a lo que significa dormir bien.
Según la publicación Science Traslational Medicine, las personas con ritmos de sueño alterados pueden padecer irregularidades en cuanto a la producción de insulina de su organismo, lo que quizá sea un factor que predisponga a la diabetes.
Otros estudios, como los de Orfeu Buxton, demostraron que
las alteraciones en los ritmos del sueño (dormir irregularmente y sin mantener el sueño profundo el tiempo necesario) y de los ritmos circadianos, se relacionaban de manera negativa con la capacidad para generar insulina, así como con una predisposición a la obesidad y a las distintas enfermedades asociadas a este mal.




