Colecistectomí­a Laparoscópica

El cirujano hace cuatro incisiones pequeñas para poder insertar los instrumentos que se utilizan en la cavidad abdominal. El principal instrumento es un laparoscopio, un dispositivo flexible que tiene una pequeña cámara de ví­deo y una luz brillante adjunta, lo que permite una visión clara del interior del abdomen. Esto permite a los cirujanos poder ver el contenido abdominal en una pantalla de televisión, encontrar la vesí­cula biliar y guiar el procedimiento de operación.

El cirujano necesita una buena vista del abdomen y para que esto sea posible el dióxido de carbono se pasa por la cavidad para aumentar el margen de maniobra. Se hace una incisión debajo del botón del ombligo (abdomen) que se utiliza para insertar el telescopio y otros instrumentos que se introducen a través de tres incisiones pequeñas por debajo de las costillas derechas. La incisión umbilical se utiliza para retirar la vesí­cula biliar y los cálculos biliares.

La colecistectomí­a abierta

Cuando no es posible realizar la operación aliada laparoscópica se realiza una incisión debajo de las costillas a la derecha que normalmente es 10 a 15cm de largo. La piel y los músculos se cortan y se dividen para entrar en el abdomen. La vesí­cula biliar puede ser detectada y eliminada por debajo del hí­gado. Una fuga puede ser insertada para garantizar que ningún lí­quido se acumule dentro del abdomen.

¿Qué pasa con la anestesia?

La anestesia se administra mediante inyección en una de las venas del brazo o la mano. La colecistectomí­a laparoscópica suele durar alrededor de una hora y se coloca un analgésico de larga acción en las heridas para reducir el dolor experimentado por el paciente cuando.