Una introducción sobre cómo la fisioterapia puede ser útil para los niños con dispraxia.
Los niños dispraxicos con frecuencia tienen un tono muscular bajo en algunas zonas de su cuerpo, un lugar común es la cintura escapular, resultando en una falta de estabilidad de los hombros. Esto a su vez hace que escribir les sea difícil.
Por lo general, el tratamiento de los niños con la fisioterapia tiene una excelente tasa de éxito, trabajando en una base de uno a uno. El principal factor en el éxito del tratamiento es la motivación del niño, aunque las destrezas motoras gruesas son relativamente fáciles de mejorar, que casi siempre aumenta la confianza en sí mismo. La dyspraxia pura de motor es relativamente poco común.
Un fisioterapeuta inicialmente hace un análisis detallado de las funciones motoras del niño, esto incluye la evaluación de la coordinación, el tono muscular, las habilidades, el movimiento ocular y la escritura, así como el niño en su totalidad y su autoestima. A continuación, se realiza un plan de tratamiento que está hecho a medida para cada niño, con ejercicios para hacer en casa, además de las realizadas con el profesional. Un niño generalmente hará cursos de tratamiento durante varias semanas, con descansos en el medio.





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