El síndrome metabólico (SM), es un término que se emplea para definir a un grupo de factores de riesgo entre los que se encuentran hiperglucemia, hipertensión arterial, obesidad visceral y dislipidemia aterogénoca, que generan predisposición a desarrollar enfermedad cardiovascular (ECV) y diabetes mellitus de tipo 2 (DM2), según reflejan los estudios realizados al respecto por diversas universidades venezolanas.
Estos mismos estudios dicen que el sedentarismo es parte integral del síndrome metabólico y que la práctica de ejercicio físico controlado, disminuye el riesgo de desarrollar SM, que el efecto beneficioso aumenta si el ejercicio físico se realiza de forma continuada en el tiempo, como hábito de vida, y que debe utilizarse como estrategia preventiva en poblaciones de riesgo.
Papel del fisioterapeuta
Teniendo en cuenta las características del SM y sus perniciosas consecuencias sobre la salud de los afectados, sería más que deseable la elaboración y seguimiento de una dieta saludable y una programación de la actividad física, preventiva y/o terapéutica, realizada y supervisada por un fisioterapeuta profesional, puesto que el ejercicio físico es considerado una herramienta fundamental para prevenir y tratar el SM.
Resulta de gran importancia conocer los beneficios que aporta el conseguir un buen estado físico, por la importancia que tiene en el tratamiento y porque permite evaluarlo con las herramientas de que disponen los profesionales de la fisioterapia, y así poder prescribir un programa de actividad física adecuado a cada paciente y optimizando los resultados sin riesgo de sobrecarga o lesión muscular.
La fisioterapia, una vez más, se nos presenta como una alternativa a considerar seriamente, a la hora de apostar por una vida saludable, reduciendo el riesgo de ser afectado por dolencias que pueden empeorar notablemente nuestra calidad de vida.
Foto: Mauricio cicero





Buenísimo me parece el artículo ya que tengo a mi mamá con problemas de dolencia debido al sedentarismo que tiene y no quiere caminar