Los parches de nicotina son un método de ayuda para dejar de fumar bastante efectivo, siempre y cuando el ex-fumador ponga voluntad en ello.
Estos parches contienen una fuente de nicotina que reduce los síntomas del síndrome de abstinencia cuando se deja el tabaco, pues la adicción surge a causa de esta sustancia, por lo que nuestro organismo dejará de necesitar de ello a la hora de recibirla en pequeñas proporciones poco a poco, hasta que ya no la necesite, pues los parches de nicotina vienen en dosis diferentes para usarse durante distintos períodos de tiempo, aumentando y reduciendo la cantidad de nicotina que sea necesaria.
Antes de comenzar a utilizar este método, como con todos los medicamentos, es recomendable consultar antes con el médico de cabecera y leer el prospecto detenidamente. Si se tiene alguna duda también se debe consultar al médico o farmacéutico, y jamás se debe tomar más dosis de las indicadas, ni prolongar el tratamiento sin que el médico lo indique.
– Los parches de nicotina se aplican directamente sobre la piel, una vez al día, siendo recomendable usarlo siempre a la misma hora.
– El parche debe aplicarse sobre una zona de la piel que esté limpia, seca y sin presencia de vello. Se debe evitar colocar el parche sobre zonas irritadas, cicatrices o con cualquier tipo de corte o herida.
– El parche debe ser utilizado diariamente entre 16 y 24 horas, pudiendo usarse incluso mientras uno se ducha.
– Es recomendable también aplicar el siguiente parche que se use sobre un área diferente de la piel para prevenir irritaciones y jamás se deben usar dos parches al mismo tiempo.
– Después de haber usado el parche durante unas dos semanas, se debe proceder al uso de un parche con una dosis menor de nicotina e ir disminuyéndola gradualmente.
– Los parches pueden usarse de 6 a 20 semanas.




