Un agradable paseo por el campo o por un parque, sobre todo con el buen tiempo, puede estar amenazado por un bicho que se esconde entre la maleza esperando a sus víctimas. Un ácaro parásito que no solo puede resultar repulsivo o molesto, sino también muy peligroso, tanto para nuestras mascotas como para el ser humano. Evitar las garrapatas o saber cómo se quita una de la piel, son consideraciones que hemos de tener en cuenta. No sólo la mordedura de una víbora o una cobra pueden resultar mortales.
Las enfermedades asociadas a la picadura de la garrapata, a su parasitación a través de nuestra piel, son varias. La garrapata, por cierto, no pica, sino que introduce su trompa chupadora a través de nuestra piel, segregando una especie de cemento que une nuestros tejidos a su trompa. Una de las enfermedades provocadas por las garrapatas es la fiebre maculosa, también llamada enfermedad o fiebre de las Montañas Rocosas.
La fiebre, dolores musculares y manchas eruptivas en la piel (especialmente muñecas y talones) son los principales síntomas de la fiebre maculosa. En casos graves, puede provocar, meningitis, shock y muerte.
La bacteria Francisella turalensis también es traspasada a través de la garrapata. La enfermedad provocada por esta bacteria, llamada fiebre de la mosca de los conejos, cursa con rigidez de miembros, fiebre e inflamación ganglionar.
La enfermedad de Lyme es de más raro diagnóstico. Puede incubarse a lo largo de más o menos tiempo. Sus consecuencias pueden ir, desde simple molestia en la zona del ataque, hasta problemas cardíacos importantes.
Diversos insecticidas existentes en el mercado pueden ayudar a prevenir esta molestia, o peligro, durante nuestras excursiones. En caso de que sea demasiado tarde y el parásito se haya pegado a nuestra piel, deberemos acudir al médico y, si no nos es posible, es necesario saber cómo quitarse una garrapata. Para empezar, deberemos proveernos de un frasco de éter, unas pinzas, algodón y desinfectante. La función del éter, empapando el algodón y tapando con él la garrapata por unos segundos, es anestesiar su aparato chupador, haciendo que se retraiga. Una vez el atacante está desactivado, deberemos tirar con unas pinzas sujetando la cabeza del ácaro, asegurándonos de que salga entero, también la trompa, para después desinfectar la marca de la picadura.
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