El gateo, después que el niño logra arrastrarse, es el paso más importante para el desarrollo adecuado de nuestro desplazamiento; además del equilibrio corporal en diferentes posiciones en las que pueda encontrarse el cuerpo. Ello implica lo fundamental que es el trabajo de la motricidad por las etapas necesarias para todo ser humano.
La fase del gateo se define como la “cuadrupedia”, pues tal como lo dice la palabra se trata desplazarse en cuatro “pies”, aunque obviamente no es así, sino que avanza apoyándose en cuatro puntos, sus manos y rodillas.
Funciones del gateo
Asimismo, al gatear la persona utiliza los dos hemisferios del cerebro, lo que se denomina como lateralidad cruzada, es decir ambos lados trabajan a la vez: al mover la pierna izquierda el niño adelanta el brazo derecho. Este proceso resulta vital ya que:
“Los movimientos contralaterales ayudan a construir las capacidades que nos permiten tener un acceso sensorial completo (auditivo, visual, cenestésico) desde los dos lados del cuerpo” (Hannaford,2008)
En este sentido el gateo también incide en el desarrollo del sentido espacial, va perfeccionando la coordinación óculo-manual, lo cual puede incidir en el recortado, atajar objetos en el aire, etc. A nivel psicológico existe una incidencia, pues el niño al lograr desplazarse por sí mismo y/o llegar solo a otro lugar, va creando un carácter de independencia.
Algunos ejercicios de gateo
Los estímulos durante el gateo son esenciales para desarrollar destrezas en la persona y va introduciendo lo lúdico. Se puede incorporar:
1) Alcanzar algún objeto, de esta manera va creándose un sentido inicial de competitividad, además el pequeño buscará repetirlo varias veces, ello forma patrones neuronales.
2) Añadir o buscar una superficie segura que sea inclinada donde el niño busque el equilibrio.
Para niños que tal vez se saltaron la etapa del gateo funciona el ejercicio del “Gateo cruzado”, recomendado por Carla Hannaford (2008): tocar la rodilla derecha con el codo izquierdo y viceversa, con la espalda derecha y sin flexionar la pierna de apoyo. Incluso los adultos pueden practicarlo y según Hannaford ayudará al flujo de ideas.
Fuentes:
ANTORAZ, E; VILLALBA, J. (2010) Desarrollo cognitivo y motor. España: Editex.
GONZÁLEZ, C. (2001) Educación física en preescolar. España: INDE Publicaciones.
HANNAFORD, C. (2008) Aprender moviendo el cuerpo. México: Editorial Pax México.
SARDUNÍ, M; ROSTÁN, C; SERRAT, E. (2008) El desarrollo de los niños paso a paso. Barcelona, España: Editorial UOC.