Diariamente en el mundo se ingieren varios millones de tazas de café, una bebida aromática, estimulante desde que su aroma se percibe a lo lejos. El café contiene cafeína el principal alcaloide y el responsable de las propiedades estimulantes de esta deliciosa bebida. Un oasis energético los lunes por la mañana, el impulso vivificante a las horas más anodinas del día incluso abate el sueño permitiendo la concentración para estudiar y trabajo durante más tiempo, sin embargo, para algunas personas el café y la cafeína resulta contraproducente y estimula el sueño.
Por otra parte, la ingesta constante de café produce dependencia en la mayoría de los consumidores, produciendo síntomas poco agradables la supresión. No obstante, el café es una de las bebidas que producen resultados más benéficos que dañinos en la población que lo degusta; algunos de los estudios que se realizan con él demuestran que las personas que consumen un promedio de tres tazas de café al día tienen un riesgo mínimo de padecer Alzheimer, Parkinson y problemas asociados con la memoria comparado con los individuos que toman una taza de café al día.
Cafeína y café
La cafeína es uno de los estimulantes que se encuentran en el café y en otras bebidas similares, cuyos efectos pueden resultar contraproducentes a lo largo del tiempo produciendo una adicción, actualmente, también se emplea como sustituto de los alimentos durante largas temporadas con daños a la salud como la gastritis. Una de las características distintivas de la cafeína es el sabor amargo que le otorga al café, té, chocolates, bebidas estimulantes, nueces y medicinas. La cafeína tiene efectos en el sistema nervioso central y en los procesos metabólicos directamente vinculados con este al proporcionar energía e incrementar el estado de alerta.
El consumo excesivo de la cafeína produce inquietud, ansiedad e irritabilidad, en algunos individuos causa insomnio incluso dolores de cabeza acompañado de arritmias cardiacas y otros problemas que debe de atender un médico.




