Cómo identificar el síndrome de Asperger en los niños.
El síndrome de Asperger o del espectro autista es un trastorno de conducta que interfiere en las relaciones sociales y cuyos primeros síntomas suelen manifestarse durante la infancia, que es la etapa más delicada del desarrollo de una persona, pero muchos síntomas que se relacionan equivocadamente con el autismo, obedecen a enfermedades y trastornos muy diversos.
Muchos padres cuyos hijos manifiestan una conducta anómala durante la infancia manifiestan su miedo ante los profesionales de la pediatría para descartar el autismo como causa de la disfunción en su comportamiento. Afortunadamente, los avances médicos de las últimas décadas han facilitado que los profesionales de la salud puedan identificar el síndrome de Asperger en las etapas iniciales desde que comienza a manifestarse, puesto que de no tratarse, los síntomas comienzan a agravarse llegando a interferir gravemente en la vida del niño y entorpecer su desarrollo.
Los síntomas principales del Síndrome de Asperger
Estos síntomas a menudo no son sencillos de identificar con un examen superficial porque tienden a confundirse con los de otros trastornos que nada tienen que ver con el autismo, comúnmente la conducta que suele activar la atención de los padres es un agravamiento de la rebeldía del niño desde edades muy tempranas y una acentuada incapacidad para mostrar sus sentimientos y expresar sus deseos.
Este comportamiento por sí mismo no es un indicativo de que un niño padezca el dicho síndrome ni de que sea autista, puesto que sólo un examen específico con pruebas identificativas podrá determinar si se padece o no el Síndrome de Asperger, que resulta detectable desde el cuarto año de edad.
Diferencias entre el Síndrome de Asperger y el autismo
La principal diferencia por la que no debe confundirse el Síndrome de Asperger con el Autismo, es que en el primer trastorno, existe una incapacidad de interacción social por parte de quién lo padece, pero que no interfiere en otras áreas del desarrollo y aprendizaje, de hecho, los niños con síndrome de Asperger presentan una inteligencia superior a la media y un elevado dominio del lenguaje, además de mostrar interés por diversas materias cualificadas, pero su alterada percepción de la realidad los dificulta para comunicarse haciendo que otros los perciban como torpes o poseedores de conductas extrañas o extravagantes.
Los niños con síndrome de Asperger a menudo sufren de exclusión social, lo que suele agravar todavía más su padecimiento, por lo que precisan la intervención de profesionales que los ayuden a interactuar con otros niños de su edad y ser sometidos a terapias relajantes que les ayuden a reducir el estrés derivado de su enfermedad.