Cuerpo y mente interactúan de una forma constante. El estado de ánimo deja una huella evidente a nivel físico de tal forma que cuando estamos contentos y alegres, nos sentimos ligeros físicamente, llenos de vitalidad, con fuerza para afrontar la rutina como un regalo, con ganas de salir de casa para hacer planes y compartir la vida con los demás. En cambio, en un momento de tristeza, nos mostramos más apáticos, con menos ganas de estar con los demás, con deseos de estar en casa tumbados en el sofá o sin hacer nada…
El estado de ánimo influye a nivel físico porque las emociones dejan huella en el cuerpo. Sin embargo, decir que el estado de ánimo influye en el plano físico y quedarnos únicamente en esa idea sería no comprender que en realidad, no podemos quedar a merced de cómo nos sentimos sino que es importante que nosotros mismos llevemos el timón del barco de la felicidad con una brújula perfecta: el corazón.
Consejos para sentirte bien
1. Elabora una lista con diez cosas que te hacen sentir bien a ti de verdad. Una vez que tengas claro qué es lo que te hace disfrutar, serás más consciente todavía de cuáles son para ti esos pequeños placeres de la rutina.
2. Cuando dejas de hacer algo solo porque te sientes bajo de ánimo, terminas sintiéndote peor todavía. En cambio, cuando a pesar de no estar muy contento, sigues adelante con un plan o una acción, entonces, te sientes mucho mejor contigo mismo porque existen planes sociales que siempre reportan un feedback automático.
3. En ocasiones, cuando has tenido un día horrible, el mejor premio es acabar el día con un baño caliente, una buena cena e irte antes a la cama para descansar: «Mañana será otro día».
4- Cuando estás bajo de ánimo es más difícil ser positivo pero no es imposible. Inténtalo.
SIEMPRE HE TENIDO EN CUENTA QUE SI NO ES UNO MISMO ES QUE ARRANQUE NO HAY NADIE QUE NOS CUIDE…….ASÍ QUE EL ÁNIMO QUE NO FALTE……….