Las emociones fuertes pueden producir reacciones químicas y algunas personas les agrada sentir esas reacciones químicas como el tener relaciones sexuales, sentir vértigo, ir a gran velocidad, entre otras, pero en este caso el sentir ira.
Eso es exactamente lo que le preguntaron al Dr. Bankole Johnson, presidente de la Universidad de Virginia del Departamento de Medicina Psiquiátrica.
«No hay ninguna condición conocida como una» adicción a la ira ‘», el respondió.
«Por lo general, si una persona hace una muestra de violencia deliberada es porque hay un resentimiento, celos o el enojo que no se ha resuelto.
A veces se trata de una reacción de culpa, a menudo visto entre aquellos que sienten que no han sido amables con su pareja, de alguna manera. »
Por lo general la gente que tiende a tener ira compulsiva se sale de control, y esto es más a menudo con la gente que más quiere dicha persona; un estudio muestra que la ira en muchas ocasiones es el resultado de enojarse con la víctima porque su dolor lo hace sentir culpable; lo peor es seguir alimentando esa ira, cuando la víctima responde con frases tales como; í¢â‚¬Å“el fue honesto al casarse conmigo, me dijo que el tomabaí¢â‚¬Â, í¢â‚¬Å“yo sabía desde un principio que era fumadorí¢â‚¬Â, í¢â‚¬Å“el sabe que lo acepto con sus erroresí¢â‚¬Âí¢â‚¬Â¦ entre otras más excusas, que la victima da para alimentar sin querer la ira de la persona.
Lo malo es cuando se llega a un trastorno de ira compulsiva explosiva, cuando la persona por efectos químicos en el cerebro pierde control de su razonamiento y de su memoria, y es ahí cuando tiende a ser alguna locura que tiene reprimida, tal como pensar que lo mejor es matar a la persona que le causa daño con su ira.
De este modo el Dr. Bankole Johnson, nos interpreta que la ira no es adictiva, pero alimentada constantemente llevará a repercusiones lamentables.




