Secuelas Físicas del Mal de Amores

Con frecuencia se relativiza el poder del mal de amores perdiendo de vista que el malestar que puede experimentar una persona desencantada o que ha sufrido una herida importante puede ser notable. Existen secuelas físicas del mal de amores que convierten en toda una proeza el simple hecho de levantarte de la cama temprano para ir a trabajar ya que lo único que te pide el cuerpo es seguir durmiendo hasta tarde.

El mundo emocional de una persona que ha sufrido un desamor importante se detiene, sin embargo, el mundo sigue girando, el teléfono sigue sonando, hay que atender recados, gestiones… Por ello, quien tiene el corazón destrozado debe hacer un gran esfuerzo, especialmente, durante los primeros días para reponerse y salir adelante.

Los amores imposibles y los amores prohibidos también producen mucho dolor.

¿Cuáles son las secuelas del mal de amores?

1. En primer lugar, dolor en el cuerpo que es fruto del inmenso cansancio que deja el dolor acumulado en el corazón. Fruto de desencanto, el pesimismo, la tristeza, la soledad…

2. El mal de amores es muy subjetivo pero puede doler más o menos dependiendo del grado de autoestima de la persona, de las experiencias sentimentales previas y de los miedos internos. En el caso de una persona con baja autoestima, el esfuerzo por sobreponerse a ese desamor es todavía más fuerte y el malestar físico es todavía mayor.

3. Falta de apetito, deseo de estar todo el día tumbado en el sofá, falta de interés por arreglarte físicamente, deseos de dormir… son algunos de los síntomas del mal de amores.

4. En contraste con la falta de apetito, también se puede producir durante los primeros días, un deseo inmenso de comer para llenar esa aparente sensación de vacío.

5. No existe una medicina para curar el desamor más allá del paso del tiempo, la fuerza de voluntad y el deseo de olvidar a otra persona. De ahí que resistir el dolor es la única forma de superarlo.