El síndrome de la fatiga crónica es un problema de salud que produce un malestar generalizado sin una causa específica. Y este cansancio interfiere en la calidad de vida del afectado. Conviene puntualizar que este malestar se muestra con mayor frecuencia en mujeres que tienen entre 40 y 50 años. Existen otros factores que el médico puede considerar, como por ejemplo, factores ambientales que pueden producir una mayor predisposición al estrés.
Síntomas de la fatiga crónica
La fatiga se nota de un modo intenso ya que la persona se siente agotada incluso después de haber dormido por la noche, sin embargo, el descanso no se vive como un relax reparador. Además, el cansancio remite no solo al plano físico sino también, intelectual.
Este cansancio también puede producir otros síntomas, como por ejemplo, despistes frecuentes que muestran las dificultades para mantener la concentración y la memoria. Debilidad muscular que es fruto de este agotamiento. Además, la persona también experimenta molestias físicas después de que ha pasado más de un día de realizar un ejercicio tan sencillo como dar un paseo. Y la sensación de agujetas permanece.
Diagnóstico de la fatiga crónica
Por las características de este malestar, el doctor diagnosticará fatiga crónica en el momento en el que haya descartado cualquier otro cuadro de posible enfermedad que pueda estar generando este efecto secundario de malestar.
Consejos para las personas que sufren fatiga crónica
Buscar el equilibrio de las ocho horas para organizar la vida de sueño, trabajo y ocio en torno a un equilibrio saludable. La práctica de ejercicio físico realizado de forma moderada produce un efecto reparador. Y además, también es importante que el afectado aprenda a escuchar las señales de su propio cuerpo. Por ejemplo, en aquellos días en los que se siente bajo de energía es conveniente potenciar el descanso y afrontar la jornada con otro ritmo.
La realización de ejercicios de yoga y meditación potencian la introspección saludable.