El factor edad puede influir en la salud de los huesos. El mejor modo de incrementar tu bienestar es adoptar un estilo de vida activo con el que cuidarte. A lo largo del día, cambiamos de postura de modo frecuente y algunas de las posturas que adoptamos pueden no ser especialmente recomendables para la salud de los huesos.
Por ejemplo, en la medida de lo posible, evita sentarte durante tiempo prolongado en sillones o sillas muy bajas que no guardan una proporción entre la silla de la butaca y tu propia estatura.
Consejos para cuidar tus huesos
Un asiento tiene una función de comodidad y descanso. Desde el instante en el que notas que un asiento no te ofrece el confort adecuado, entonces, estate atento. Muchas personas mayores se dan cuenta de que les resulta más fácil levantarse de una silla que de un sofá en el que se hunden cuando se sientan.
Algunas mujeres tienen problemas de pies que están causados por la elección de un calzado inadecuado. Es conveniente elegir zapatos de tacón bajo, soporte ancho, suela firme pero flexible.
En el día a día, existen dos tipos de ejercicio físico básicos que son muy recomendable para fortalecer la salud de los huesos: caminar, subir escaleras y bailar. Hacer ejercicio no va asociado de forma directa a la idea de ir al gimnasio.
Si no has realizado ejercicio físico de un modo habitual en tu vida, y tienes más de 45 años, es recomendable que antes de hacerlo consultes con el médico para que te haga una revisión. Igualmente es importante que consultes con el médico si tienes algún problema cardíaco o cualquier otro tipo de enfermedad crónica.
Hábitos negativos como el tabaco afectan también a la densidad ósea. En el caso de las mujeres, la dénsidad ósea también puede cambiar con la menopausia. El doctor puede realizar a algunos pacientes una prueba de densitometría ósea para conocer la salud de sus huesos.
También hay clases de gimnasia adaptadas a personas de la tercera edad en la que se realizan dinámicas y ejercicios en un contexto de seguridad. Se trata de hacer ejercicio físico pero de forma moderada y eligiendo el tipo de actividad de acuerdo también a la edad.
Alimentos ricos en calcio
También puedes cuidar la salud de tus huesos a través de una dieta saludable. Una dieta sana es el mejor modo de cuidarte en todos los sentidos. Los productos lácteos son una buena fuente de calcio. Algunos médicos también recomiendan a sus pacientes sumplementos de calcio. Incluye también en tu dieta frutos secos como las avellanas y las almendras.