La osteopatía craneal remonta sus orígenes al siglo XIX. El osteópata estadounidense Sutherland descubrió que, mediante técnicas táctiles, se podía detectar el movimiento craneal. Utilizaba un mecanismo denominado respiración primaria (MRP). Este es un mecanismo singular, que se manifiesta por la movilidad entre el cráneo y el sacro de una membrana conocida como duramadre. El movimiento debe ser equilibrado y armónico, de lo contrario, es indicio de algún desequilibrio y dolencia que puede afectar al paciente. A partir de estos descubrimientos, comenzó a desarrollarse una terapia que busca equilibrar la circulación de LCR mediante técnicas manuales diversas.
¿Qué se puede tratar mediante la osteopatía craneal?
Son numerosas las disfunciones del organismo que pueden verse beneficiadas con una terapia de osteopatía craneal. Por ejemplo, problemas mecánicos del organismo, así como patologías de larga duración como las ciáticas o esguinces.
Los problemas en la articulación temporomandibular y el bruxismo, también pueden verse beneficiados por la inclusión de técnicas y tratamientos de osteopatía craneal, ayudando a buscar el equilibrio en el paciente. Migrañas, dolores de cabeza, problemas oculares y respiratorios, como rinitis o sinusitis, son también uno de los principales motivos de consulta para ostéopatas craneales, como un mecanismo de tratamiento complementario.
La importancia de la circulación vascular
La clave que explica el funcionamiento de la osteopatía craneal es la liberación de estructuras. Los profesionales en esta disciplina buscan, mediante terapia manual, restaurar la circulación vascular, nerviosa y del LCR, para así ayudar a que los huesos, las articulaciones y las membranas del cráneo puedan moverse libremente. Mediante la recuperación del ritmo del movimiento respiratorio primario, se vuelve a un estado de equilibrio del organismo que garantiza un correcto flujo energético y de las sustancias que nuestro cuerpo va transportando.
Una disciplina que sigue creciendo
Con el paso de los años, el reconocimiento de la influencia de la osteopatía craneal ha ido en aumento. En una primera instancia, se la consideraba simplemente como una más de las técnicas y alternativas del osteópata, pero gracias a las investigaciones y trabajos científicos enfocados en sus beneficios y modificaciones para el organismo, se ha convertido en una solución notable para cuestiones relacionadas fuertemente con el mejoramiento general del estado de salud.
La Organización Mundial de la Salud ya reconoce a la osteopatía como una medicina complementaria, e incluso hay países que la colocan dentro del sistema de salud tradicional. Entre ellos, Estados Unidos, Canadá, Italia, Francia, Suiza y Dinamarca, entre otros.
La palpación de tejidos y articulaciones
El eje de trabajo principal de la osteopatía craneal consiste en la palpación de tejidos y articulaciones, y puede acompañarse también con exámenes de tipo radiológico o pruebas de movilidad. A través de este primer examen, el osteópata detecta las alteraciones mecánicas y puede comenzar a diseñar un esquema de trabajo con distintas técnicas que tienen como objetivo final recuperar el flujo correcto de sustancias y que los huesos y articulaciones del cráneo y circundantes, vuelvan a su funcionamiento equilibrado. Una vez logrado el objetivo,el paciente debe sentir una notable mejoría en su día a día.
