En el marco de la fisioterapia y la recuperación de lesiones y dolencias, los vendajes forman parte de las alternativas físicas para contener la inflamación y ayudar a una recuperación más rápida. Los vendajes son efectivos para el tratamiento de distintas lesiones, desde torceduras y quemaduras, hasta heridas. Existen diferentes modos de hacer un vendaje, y cada uno de ellos tiene ventajas y desventajas de acuerdo al tipo de lesión a tratar. Hoy exploramos algunos de estos vendajes, sus principales características, usos y limitaciones.
El vendaje circular, uno de los más habituales, se realiza con una vuelta completa del vendaje sobre sí mismo. De esta manera, se ejerce la presión adecuada sobre la zona de la herida, ayudando a reducir la inflamación y reduciendo los movimientos involuntarios que pueden ralentizar la recuperación de los tejidos. Es importante saber el objetivo que se busca con cada tipo de vendaje, por eso hablamos de vendajes funcionales con diferentes finalidades.
El vendaje preventivo (deportivo)
Este tipo de vendajes se realizan con la articulación en posición funcional o con una corrección ligera. En este tipo de vendajes se aplica el vendaje circular para reducir los microtraumatismos y amortiguar cualquier efecto vibratorio que pudiera resultar negativo para los tiempos de recuperación.
El vendaje clínico o terapéutico
En este tipo de vendajes la corrección para la articulación afectada es total. Se busca acortar los tejidos y limitar al máximo el movimiento para que el organismo se enfoque únicamente en la recuperación de la zona lastimada. Este tipo de vendajes ayudan a una buena cicatrización, requieren que no haya tensión, que la zona vendada pueda estar relajada y una recuperación progresiva para ir reduciendo la corrección a medida que la zona se va volviendo funcional
A medida que avanzamos en el proceso de recuperación, el vendaje se realizará con menor tensión hasta alcanzar el nivel óptimo de movimiento y extensión de la articulación.
Vendajes ortopédicos y específicos
En este tipo de vendajes encontramos objetivos muy diversos, desde vendajes para disminuir la presión hasta los que reducen la movilidad y el dolor, o la tensión en los tejidos musculares, tendones o ligamentos.
El objetivo final es adaptarse al tipo de lesión y ayudar en el proceso de recuperación que hará que nuestro organismo se encuentre, una vez más, en óptimas condiciones para la práctica deportiva o para la actividad diaria de caminar, pasear, salir a correr o simplemente hacer acciones en el trabajo.
¿Cómo aplicar correctamente un vendaje?
Para que un vendaje surta el efecto deseado, es importante realizar los pasos previos de manera correcta. La piel donde vamos a realizar el vendaje debe estar rasurada, limpia y seca. Los anclajes del vendaje deben estar correctamente hechos, para evitar que se suelte, y en algunos casos hay que utilizar tiras activas para complementar la modalidad y ejercer mayor presión.
La manipulación de las vendas debe hacerla un profesional, para evitar errores que impidan el correcto funcionamiento del vendaje. Hay que tener muy presente que un vendaje mal hecho puede ralentizar de forma notable el proceso de recuperación, e incluso puede traer molestias o problemas a futuro ya que el músculo o la articulación puede sanar de forma incorrecta y terminar dañando otros tejidos.




