El cuerpo necesita períodos de descanso que ayuden a recuperar la energía que ha sido gastada a lo largo del día, pues así se relajan los músculos del cuerpo y se oxigena nuestro cerebro. Así pues, la práctica del Yoga nos brinda la posibilidad de lograr esto a través de ejercicios mentales y físicos.
Las asanas y el trabajo físico
Las posturas que el cuerpo asume dentro de la práctica del Yoga se llaman “asanas”, este término quiere decir “manera de sentarse” según explica Serge Reynaud de la Ferrière “las asanas tienen por objeto restablecer el orden en los centros orgánicos (principalmente en las ‘glándulas endocrinas’)”.
Básicamente el yoga resulta un ejercicio anaeróbico, en consecuencia trabaja la resistencia del cuerpo, cómo enfocarse en el desarrollo de la fuerza y su aplicación por un tiempo prolongado.
Dos posturas que podemos practicar
Existen dos posturas básicas que todos podemos practicar y que ayudaran a nuestro sistema nervioso, respiración y concentración, que son las siguientes:1) Acostarnos con las palmas de las manos apoyadas en la alfombra o en la cama, los pies separados aproximadamente por 30 centímetros. Conocida como la “Postura del cadáver”. Debe durar entre 7 a 10 minutos, cada parte del cuerpo debe relajarse asociándola con la respiración, empezando por las extremidades inferiores hasta llegar a la cabeza.Beneficios: se centran en el sistema nervioso, y al generar un estado de tranquilidad mental, inciden sobre lo que muchos doctores llaman “enfermedades psicosomáticas”; es decir las afecciones corporales generadas por preocupaciones.
2) Recoger las piernas flexionadas sobre el pecho, sujetando con las manos, inhalando y exhalando con suavidad y regularidad. Esta asana se llama: Pavanamuktasana.
Beneficios según el yogui Reynaud de la Fèrriere: “Estimula los órganos abdominales” y al generar presión “sobre las vértebras cervicales, evita la constipación”
Estamos ejercitándonos, no durmiendo
Es preciso recordar que en ambas posiciones debemos permanecer despiertos, no se trata, en caso de hacer la “Postura del cadáver” antes de dormir, cerrar la actividad conscientemente.
Estos ejercicios que aparecen ante nuestros ojos como sencillos, realmente no lo son, pues requieren una canalización mental y física conjunta.
Fuentes:
- JACQUEMART, P; ELKEFI, S.; BRAVO, J. (1994) El Yoga terapéutico. Ediciones Robinbook
- REYNAUD, S. (2003) Gimnasia piscofísica y posturas de yoga. Basado en la disciplina dada por el Maestre Serge Raynaud de la Ferriere
y las recopilaciones hechas por sus discípulos. México D. F.